Tal y como reza en el rótulo de cristal pintado de la entrada, el establecimiento original fue por Manel Almirall, ilustre ciudadano barcelonés. En 1976 cambio de manos, pero la mayor parte de la decoración se conservó. A destacar, el sólido mostrador de mármol catalán, en cuyo extremo encontramos una figura femeninda de hierro forjado que resulta ser la musa de la Exposición universal de Barcelona del 1888. Pero también se debe observar el aparador de detrás de la barra y las lámparas que son típicamente modernistas por su recargada forma vegetal.
El establecimiento se divide en dos partes, la posterior, con mesas y sofás bajos (ojo pq las mesas están atornilladas al suelo para evitar modificar el espacio). Se trata de un espacio más nocturno e íntimo donde numerosas parejas buscan un rincón íntimo o grupos de gente se reúnen para tomar una copa. La parte que toca a la calle es más luminosa y abierta que la otra, es frecuentada por un público diferente, menos nocturno y que busca más tener una conversación, tomar una tapa de anchoas o refrescarse con una Moritz. Las dos partes se dividen gracias a una mampara de la época, que tampoco tiene desperdicio.
Casa Almirall es un local abierto y acogedor, donde predomina la música suave ( jazz), un lugar entrañable y tradicional, decorado con tonos pastel y madera, donde podemos ver actuaciones en directo, ciclos de cine y otras actividades mientras degustamos una de sus tapas o tomamos una Moritz bien fría. Se trata de un clásico barcelonés, quizás uno de los más grandes. conserva todo todo el sabor de antaño, con las comodidades modernas.
Lo mejor
El local.
Lo peor
Nada. Por decir algo, se puede fumar y la ventilación no es buena.
Datos de Interés
Horario: Todos los dias de la semana de 19 a 3h.
Dirección
No hay pérdida, coger Joaquim Costa y bajar hasta Ferlandina. Haciendo esquina está Casa Almirall.
L. 1 o 2 en Universitat.
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Joaquín Costa, 33
Tel.: 93 318 99 17