miércoles, noviembre 21, 2007

Bar Tomás

Este es uno de los bares de barrio más conocidos en toda la ciudad. Hay pocos bares que despierten tantas pasiones como este: sus seguidores lo cualifican de mítico y aquellos que lo conocen lo definen como “el bar con las mejores bravas de toda Barcelona”. Con esta presentación solo puedo referirme al bar Tomás de Sarriá.

Ir al Tomás y no tomarse unas patatas bravas, es como ir a la playa y no tumbarse en la arena. Las bravas son posiblemente el único y suficiente motivo por el que visitar este bar. La decoración, si se puede llamar así, es austera y atemporal: no ha cambiado en años. El servicio no tiene problemas en tratar a los clientes de manera tosca y grosera. Y además está mal comunicado con el centro de la ciudad.

Sea como sea, siempre está lleno y tarde o temprano se repite una y otra vez. Creerme. Es un bar auténtico y con mucha personalidad. Y por si había alguna duda, es cierto que las patatas bravas con alioli están riquísimas. Personalmente casi siempre he respirado un ambiente de camaradería que no encuentro en otros bares, puede que sea porque todos sabemos a lo que vamos o la felicidad que provoca comer un plato tan sencillo y bueno. Una cerveza de barril, unas bravas y los amigos es la combinación perfecta en este lugar.

Debido al éxito abrieron una sucursal justo a la vuelta de la esquina. Y es que las mesas son un valor muy preciado a ciertas horas de la tarde. Así que si venís al bar Tomás y no hay ni un rinconcito libre no os desesperéis, porque es normal. En un caso así podéis ir al bar que está justo al lado o comprar unas cuantas raciones de bravas para llevar.

Lo mejor
Bravas mixtas con all i oli y salsa picante.

Lo peor
El servicio

Dirección

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C/ Major De Sarrià 49
93 203 10 77

Para llegar a este lugar desde el centro podemos ir a la parada de Sarria de los Ferrocarriles, callejear por el barrio y llegar a la mayor calle peatonal del barrio. Podéis preguntar a cualquier persona que seguro conocerán el bar Tomás.

sábado, octubre 27, 2007

Bar Marsella

El siguiente bar tiene fama de ser el más antiguo de Barcelona. Este bar se inauguró en 1820, nada más y nada menos. Otra característica de este lugar es que sirven absenta. Con estas dos pinceladas os presentamos el bar Marsella.

No creo que se pueda ir a muchos bares con casi doscientos años de vida, motivo suficiente para visitar este lugar. El paso del tiempo es precisamente la primera impresión que tenemos al pasar las puertas de madera y vidrio de la entrada principal. Techos altos con lámparas de araña, mesas de mármol y unos grandiosos espejos con casi un dedo de polvo. Es un ambiente entre bohemio y decadente. Único.

El Marsella es el bar en peligro de extinción que debemos defender contra el típico bar modernito y sin personalidad que se está propagando tanto por la ciudad de Barcelona. Si las paredes de este bar hablaran, nos contarían historias de artistas tan conocidos como Dalí, Picasso, Gaudí,…; de otros parroquianos no tan conocidos como vagabundos y estudiantes de Erasmus; y como no, de historias del Barrio Chino, siempre tan decadente y marginal, en especial de la prostitución que hasta hace muy poco abundaba delante de sus puertas.

Este longevo bar es también conocido por servir Absenta. Y es que esta bebida está prohibida en muchos países, incluso europeos. Se trata de una bebida alcohólica con un sabor parecido al anís y con una graduación altísima, de hasta 89 grados. Esta bebida siempre ha levantado mucha controversia, decían que cierta cantidad de absenta produce alucinaciones. Pero las alucinaciones no son debidas a la absenta en sí, sino a su alta graduación. La diferencia está que bebiendo menos cantidad podemos emborracharnos mucho antes. Así que si consumimos absenta, debemos tener mucho cuidado y no podemos confundirla con un licor cualquiera. La absenta se puede reducir con agua y/o añadir un terrón de azúcar, esta es la forma normal de servirla.

Esta falsa característica alucinógena hizo a la absenta famosa entre los artistas del siglo XIX, quienes la trataban de elixir. Y ese aire de artista bohemio en busca de algo especial es el que todavía se respira en el bar Marsella.

Hasta las doce de la noche se pueden encontrar alguna mesa libre. A partir de la una está lleno y no se vacía hasta el cierre.

Es en definitiva uno de los rincones que hacen que Barcelona sea una ciudad con tanto encanto.

Lo mejor
La historia de este lugar y el ambiente que esto genera.

Lo peor
A partir de la una hay una grandiosa nube de humo y demasiado guiri.

Datos de interés
Lunes a Jueves de 21h a 2:30h
Viernes y Sábado 21h a 3h
Domingos cerrado

Dirección
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C/ Sant Pau 65
93 318 53 47

Está situado muy cerca de la parte baja de la Rambla del Raval. Podemos llegar fácilmente desde Las Ramblas por la calle Sant Pau y parar justo antes de llegar a la Rambla del Raval.

miércoles, mayo 16, 2007

Petit Apolo

El "Petit Apolo" (el Pequeño Apolo en español) se diferencia del resto de bares seleccionados anteriormente. Esta vez no os presentamos un bar con diseño, ni tampoco destaca la gente que por allí se pasea, no son las vistas, ni la localización, esta vez no. El “Petit Apolo” es un bar que podríais pasar a su lado miles de veces y nunca fijaros en él, desde fuera no llama la atención. Solo desde fuera. Porque al entrar podremos notar que hay algo que lo hace único a la mayoría de bares, por no decir a casi todos: cada mesa tiene su propio surtidor de cerveza.

En el “Petit Apolo” la gente no se agolpa delante de la barra, esperando a ser servidos. En este bar la gente se reúne alrededor de las mesas, sirviéndose cada uno la cantidad de cerveza que desea y cuando desea. Solamente es necesario pedirle al camarero unas copas y que reinicie el contador. Me recuerda a las gasolineras, sustituyendo la gasolina por cerveza.

Por el bar hay varias pantallas donde indica la cantidad de cerveza consumida en cada una de las mesas. Así podremos competir con las demás mesas, podríamos llamarlo el ranking alcohólico. Ni que decir tiene que estas características hacen de este bar un lugar donde es fácil tomar unas copas de más. Aunque no os engañéis, la cerveza no es más barata por consumirla a granel. Cada litro se cobra a 5 euros. Que pim y que pam.

Para acompañar los litros de cerveza podréis pedir algo de comida. No esperéis “faisán con salsa provenzal a las mil hojas de rúcula”. En el “Petit apolo” sirven las típicas tapas de toda la vida, bocadillos calientes como hamburguesas y frankfurts; bocadillos fríos; y algún plato fuerte de carne como entrecote. Desconocemos si se puede pedir otro tipo de bebidas alcohólicas que no sea cerveza.

Cerca de este bar podemos disfrutar de infinidad de propuestas. A menos de cien metros ladera arriba podremos visitar el “refugio 307”, un refugio antiaéreo de la guerra civil; o bien asistir a una obra de teatro en el Paralelo; ir a bailar música electrónica a la sala de fiestas Apolo; etc.

O también podéis ir al “Petit Apolo” sin otra excusa que ir con un grupo de amigos a beber, a hablar fuerte y a reír escandalosamente. Pasaréis desapercibidos.

Lo mejor
Los surtidores de cerveza infinita fría en cada mesa

Lo peor
El precio de la cerveza

Datos de interés
Cerveza: 5 €/litro

Dirección
Mostrar en mapa
C/ Vila Vilá 62, esquina Nou de la Rambla
93 329 86 41

No tiene pérdida llegar a este rincón cervecero, desde la avenida Paral.lel subimos por Nou de la Rambla hacia el monte de Montjuïc. Subiremos por la acera de la izquierda, pasando la clásica y famosa sala de fiestas Apolo, y antes de cruzar la primera calle ya estaremos junto al bar.

Os recomendamos ir en metro, por suerte la parada de metro Paral.lel de la línea 3 (verde) está a unos 50 metros.

martes, mayo 15, 2007

Sifó

Otro Lounge modernillo para la colección.

No se puede decir que sea una novedad, aunque no deja de ser un sitio de diseño, bonito, moderno y sofisticado.

Eso sí, como a casi todos los lugares fashion de la ciudad, le falta ese espíritu que hace la diferencia del resto y que lo hacen ser más que un sitio bien decorado. Aunque eso solo el tiempo y un poco de suciedad lo pueden cambiar.

El local consta de dos ambientes: Una primera gran sala con la barra y un poco más allá las mesas para cenar o tomar algo. Separan los dos espacios un cuello de botella donde se situa la mesa del DJ, que en ocasiones ameniza la velada con sesiones live.

El nombre de Sifó (sifón en español) sirve como excusa para decorar el espacio a la derecha de la entrada con decenas de sifones de diferentes medidas y colores. Otro elemento decorativo que nos sorprenderá serán loas botellas iluminadas de detrás de la barra, decoran y llenan el espacio vacío hasta el alto techo.

Música no demasiado alta. Doble puerta a la entrada y ventanas cerradas para evitar que los vecinos se quejen.

Cuando encontramos este bar por primera vez nos sorprendió que un lugar tan alejado estuviera un bar de este tipo, pero cuando supimos que justo delante iban a contruir la Filmoteca de Catalunya, todo cobró sentido. El ayuntamiento tiene ambiciosos planes para la zona.

Tal y como dijimos en la reseña del Zentraus de la semana pasada, el ayuntamiento intenta convertir el Raval en una zona abierta a la ciudad, es por eso que comete la aberración de construir cines y centros comerciales en el barrio más antiguo de la ciudad. Su intención es lavarle la cara a un barrio lleno de delincuencia, marginación e inmigración, para convertirlo en otro barrio como el Born: atracción de turistas low-cost, que se paseen con sombreros mejicanos y vayan a bares fashion sin poder distinguir si estan en Londres, Dublín o Amsterdam, todo es lo mismo y pronto, aquí, también seremos más de lo mismo.


Lo mejor

Buena decoración. Techos altos y buena música.

Lo peor

Frio como una habitación de hospital.

Datos de Interés

Abierto todos los dias de 21 a 3h.

Cerveza: 3.50 - 4 €

Cocktail : 6€-7€

Dirección

Espalter, 4

Metro:

L3: Paral.lel o Liceu.

Cerca todo el Raval. Cafe de les Delicies, Ambar, Almazen, Lletraferit, Benidorm, etc.

(me da pena ver lo que hacen con el barrio, no es justo que se carguen el barrio con mas personalidad de la ciudad para ofrecérselo en bandeja a los turistas! ).

martes, mayo 08, 2007

ATENCIÓN : El Zentraus ha cambiado.

Atención porque el club Zentraus, de ser un club de música electrónica con DJ's que pinchaban en directo ha pasado a ser un restaurante. Ni lounge ni nada, restaurante a palo seco.

El motivo está claro: los propietarios han cedido a la presión de la Guardia Urbana y el ayuntamiento que quieren transformar la zona del centro en una zona turística tranquila, con restaurantes y por donde los guiris se puedan pasear tranquilamente.

Justo al lado del Zentraus se está construyendo un macrocomplejo con un centro comercial, restaurantes y cines. Un proyecto faraónico (y aberrante) que pretende reconvertir la zona del Raval en algo diferente a lo que es actualmente.

En otras palabras, en un periodo muy corto de tiempo veremos como las discotecas, bares musicales y lounges (es decir todo tipo de local ruidoso) del centro de BCN ceder bajo la presión de la Guardia Urbana y tener que ir bajando el volumen de la música hasta verse obligados a mudarse al Poblenou o simplemente cerrar.

Una cosa parecida del Zentraus pasó el verano pasado con el Fusion, otro club del Gótico, cerca del Carrer Ample. Me encantaba ese lugar, era un buen lugar donde ir a escuchar sesiones de DJ's de paso por BCN, recuerdo a DJ Malambo. A dia de hoy en el fusion solo puedes ir a comer sushi...

Deberíamos irnos despidiendo del Fellini, Les Enfants, etc porque tienen los dias contados.


Dirección
Rambla del Raval. Parte baja.
Metro más cercano: L3 Drassanes. Subir dirección Tivi.